“¡Salve Reina de los cielos, Virgen de Fátima!
Madre de Dios y Madre nuestra:
Tú, que eres consuelo de los afligidos,
salud de los enfermos
y auxilio de los cristianos;
Ruega a Jesucristo que, por amor a ti,
nos libre de las agresiones del demonio y de todo mal.
Amén.”