Ante la Imagen de Nuestra Señora de Fátima que desde el 16 de septiembre peregrina en Chile enviada en visita oficial por el Santuario de Portugal, Monseñor Fernando Chomalí, arzobispo de la Arquidiócesis de Concepción, oró por la paz.
La iglesia catedral de Concepción se repletó de fieles, para recibir a la Virgen de Fátima, que había peregrinado el fin de semana en hospitales, cárceles y comunidades de Penco y Tomé, para vivir u n momento intenso de oración para que termine la violencia y retorne la paz y la justicia, en Chile.
Previo al arribo de la imagen, en el atrio de la catedral, centenares de personas comenzaron a congregarse, el domingo por la tarde, para recibirla con pañuelos blancos. El mismo ambiente vivido, en distintas comunidades y parroquias, demostró el enorme fervor que ha despertado la Virgen, en su peregrinar, en medio de los días difíciles que vive el país. Para muchos, ha sido un gran aliciente de esperanza.
Al interior de la catedral, Monseñor Fernando Chomali llevó, en sus manos, la delicada y hermosa imagen, hasta un lugar privilegiado, adornado con flores, en el altar. En su paso, los pañuelos se agitaron y centenares sacaron sus celulares para captar este momento de fe.
La liturgia, delicadamente preparada por los Movimientos, no descuidó detalle hasta la celebración de la eucaristía, que presidió el Arzobispo y concelebraron el padre Pedro Gómez, vicario general de la arquidiócesis y quien ha sido el coordinador de esta visita junto a los representantes de Misión de Fátima, que trajo a Chile la imagen desde Portugal.
“Dar gracias a Dios por la misión de la Virgen de Fátima, de haber llegado a Concepción, en pleno Mes de María y en plenas turbulencias sociales”, resaltó Monseñor Chomali, al inicio de su homilía.
“Fuimos con la Virgen a la cárcel a la Sección Femenina y me emocioné cuando una interna, con su guagua en brazos, la elevó hacia la Virgen, para que la tocara. Pensé que esta mujer está privada de libertad, pero quiere entregar lo mejor a su hijo y lo mejor que podemos entregar a los niños y a los jóvenes, que es la fe en Dios. No hay proyecto educativo más fascinante con Dios de la de la vida, que se manifiesta en Jesucristo, que llegó al mundo a través de la Santísima Virgen María, sea nuestro norte, nuestro rumbo y sea la razón de ser nuestra existencia. Por eso, hoy es de mucha alegría en medio de tantas tristezas, estar frente a la Virgen”, enfatizó en su reflexión.
Recordó, además, que “María fue misionera y nosotros estamos haciendo nuestra misión de ir a la cárcel, a los hospitales, a la calle, acompañar al enfermo y moribundo, a la mujer abandonada, a los niños que están solos. La misión única y verdadera que es el anuncio de Jesucristo”.
“Les pido –subrayó el Arzobispo– que seamos misioneros, que busquemos con mayor fuerza al Señor, que nos dejemos cautivar con mayor empeño frente a la figura de la Santísima Virgen, y no tengamos miedo de entrar en esta maravillosa aventura de la fe. Sólo así construiremos el mundo que todos queremos”.
Un momento especial se vivió cuando se invitó a varios sacerdotes presentes en medio de la feligresía, para rezar una oración, que también fue seguida por las personas que llenaron la catedral. Al final, se reconoció el compromiso y esfuerzo de los Movimientos, muy coordinados, que permitió la hermosa acogida de la Virgen de Fátima y se facilitó que los fieles pudieran acercarse a la imagen.
Programa
A partir de este lunes 11 de noviembre, la Virgen reinició su peregrinar por otras comunidades. Anoche salió con destinó a la Capilla San José Obrero de Chiguayante, para arribar a las 21.30 horas a la Comunidad Mar Adentro. Desde ahí, saldrá durante la mañana de este lunes hacia la Parroquia San José de Talcahuano.
El martes irá a la Parroquia San Miguel; seguirá luego a la Parroquia Nuestra Señora de Guadalupe y, el miércoles, arribará a la Parroquia Nuestra Señora del Carmen de Cañete y continuar a la Parroquia San Juan María Vianney de Los Álamos.
El jueves, llegará a la Parroquia SanJosé de Curanilahue y seguirá a la Capilla deCarampangue y, desde allí, el viernes 15 de noviembre, a la Parroquia Sagrado Corazón de Villa Mora, para posteriormente, continuar a la Parroquia San Juan Evangelista de Lota Bajo y, más tarde, arribar en la Parroquia San Matías de Lota Alto y, en la tarde, se irá a la Parroquia San Francisco de Lorenzo Arenas.
El domingo 17, se irá a la Parroquia Nuestra Señora de Lourdes, a las 12:00 horas y concluir en el Seminario Metropolitano de Concepción, a las 21:00 horas, para, finalmente, el lunes 18 de noviembre, desde la parroquia de Lourdes, partir rumbo a la diócesis de Linares.
Fuente: Arquidiócesis de Concepción