En Fátima la Virgen María pide a los fieles: La oración diaria (particularmente del Santo Rosario y en la Adoración al Santísimo Sacramento); acudir asiduamente a la Eucaristía; confesarse regularmente y ofrecerse a reparar por los pecados, propios y del prójimo; centrar la vida Cristo consagrándose al Inmaculado Corazón de la Virgen María, para alcanzar la conversión.
El reconocido cantante lírico Andrea Bocelli actuó en mayo del 2018 en la Basílica de Nuestra Señora del Rosario, en Fátima, Portugal. Antes de cantar en la Basílica de la Santísima Trinidad, el tenor estuvo en la capillita de las apariciones donde rezó, con su mujer, y completó una vuelta de rodillas en los interiores.
Tras su visita al Santuario, el tenor, publicó en su cuenta de Facebook la siguiente reflexión: “Cada madre es su portavoz, cada vientre que da vida la encarna, es su apariencia terrenal. María es el camino obligado para llegar al Padre, es nuestra Madre celestial, mediadora y consoladora. Luego, hay ciertos lugares, como el Santuario de Nuestra Señora del Rosario de Fátima, donde el aire se llena de su presencia, tanto que cada respiración se convierte en una oración”.
Con esa misma certeza de trascendencia, Misión Fátima Chile lleva junto con la imagen que está peregrinando por el país enviada desde Portugal, la invitación a vivir el mensaje depositado en el corazón de los pastorcitos para iluminarnos en la fe, renovarnos en la esperanza y fortalecernos en la caridad. Buena Nueva de Dios comunicada a través de Nuestra Señora y cuyos pilares que se nos invita a vivir son:
La oración diaria (particularmente del Santo Rosario y en la Adoración al Santísimo Sacramento); acudir asiduamente a la Eucaristía; confesarse regularmente y ofrecerse a reparar por los pecados, propios y del prójimo; centrar la vida en Cristo consagrándose al Inmaculado Corazón de la Virgen María, para alcanzar la conversión.