Esta jornada ha transcurrido con un alto número de feligreses que acudieron a recibir a Nuestra Señora del Rosario de Fátima y se consagraron a su Inmaculado Corazón.
Alrededor de las 9 de la mañana, llegó la Imagen oficial de Nuestra Señora del Rosario de Fátima al aeropuerto de Santiago de Chile, siendo recibida con mucho fervor por cientos de fieles con rezos, vivas y cantos; como también un emotivo saludo folclórico –esquinazo– y una representación de lo que fue su aparición en Fátima el año 1917.
Posteriormente el obispo de la diócesis de San Bernardo, Monseñor Juan Ignacio González, realizó una bendición especial pidiendo por la patria, la iglesia de Chile, las futuras vocaciones sacerdotales, religiosas y laicales.
El obispo González, exhortó a reflexionar que para “vivir en un país reconciliado, vivir en un país donde haya unidad” (…) precisa de “Cristo presente en la vida del mundo, alejarse de él es dejar de lado la patria y el mensaje de Nuestra Señora es la unión del pueblo”.
Tras su bienvenida en el aeropuerto, la Virgen partió en caravana por la principal avenida de la capital chilena, Alameda, rumbo al Templo de San Francisco en la misma vía, donde fue recibida con el repique de las campanas de este histórico lugar –primera Iglesia construida en el país–, para luego ingresar por la puerta santa del templo jubilar y comenzar la Eucaristía presidida por Monseñor Celestino Aós con otros obispos y sacerdotes.
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En su homilía, el administrador apostólico indicó que: “Al comenzar esta peregrinación por Chile hoy te quiero encomendar de modo muy particular a los sacerdotes de nuestra iglesia: ellos deben mirar más adentro de las apariencias, ellos deben tener la lucidez para leer en los nubarrones y pecados la presencia del Dios que salva”.
Además, se refirió a los abusos sexuales ocurridos en el interior del clero, como también a quienes caen en la corrupción, en el mal que involucra el aborto y la urgencia de respetar a los inmigrantes: “Queremos un Chile con reflexión y profundidad, con alegría y esperanza. Virgen Madre de Dios y Madre nuestra, Señora del Rosario y Madre de la Merced de Santiago, ruega por nosotros”, fue su oración.
Cabe destacar que el número de peregrinos deseosos de saludar a Nuestra Madre fue muy superior al presupuestado, al punto que incluso no alcanzaron todas las hostias consagradas para la comunión de los fieles.
Al finalizar la Eucaristía, Monseñor Aós agregó que: “El pueblo cristiano chileno, tiene muy metido en el corazón y en la vida, el hecho de María que está ahí en la historia de salvación, no se entiende la evangelización de Chile, nuestra fe, sin la virgen, si quitamos a la virgen, tendríamos que borrar el Evangelio y este pueblo no viene convocado por nadie, sino por el Espíritu Santo”.
Recordemos que ahora la Imagen Oficial de Nuestra Señora del Rosario de Fátima, continuará su peregrinación por la diócesis de Arica y el 23 de este mes, regresa a Santiago.